16 de julio de 2010

A la conquista de Sudáfrica


Es algo obligado. No podía empezar de una forma diferente. Sólo hace cinco escasos días desde que "La Roja" se hizo mayor de edad. Ya por fin puede salir de fiesteo con sus colegas mayores, con Brasil, Argentina, Italia, Francia, Alemania, Inglaterra y Uruguay y... ¿sabéis lo mejor? No le pedirán el DNI.

Si hace un mes hubiéramos preguntado en las casas de apuestas, las conclusiones hubieran sido inequívocas y contundentes. España era la clara favorita. Pero, de la estadística a la realidad hay un paso cualitativo que no es moco de pavo en absoluto. España accedía al Mundial de Sudáfrica 2010, ya grabado en las retinas de muchos aficionados y aficionadas, con la vitola de favorita tras su flamante consecución de la Eurocopa de Austria y Suiza, conseguida dos años atrás.

Estaba claro, el fútbol de La Roja había encandilado a todos cuantos tuvimos la suerte de verla pero en un Mundial las cosas son distintas. Es un torneo más largo que una Eurocopa de naciones, con el doble de selecciones concretamente y, en él participan de forma segura Brasil y Argentina que suman siete galardones mundiales entre ambas.

Esta vez apareció el fantasma de los cuartos pero no lo dudamos ni un segundo a la hora de mandarlo a paseo. Apoteósico fue el choque de cuartos en Viena contra Italia en el que vimos al mejor portero del mundo... al lado de Gianluigi Buffon, pura elegancia italiana.

Tras un partido decisivo contra la Portugal de Cristiano Ronaldo que una vez más demostró no estar a la altura en los momentos clave, una angustiosa victoria ante la férrea defensa paraguaya y una semifinal de fútbol en estado puro contra la Alemania de Müller, Ozil, Khedira y el sempiterno Klose, con el protagonismo indiscutible del Tiburón Puyol, accedimos a la anhelada final del Soccer City ante un equipo, por llamarlo de alguna manera, que más bien parecía estar comandado por Chuck Norris o Steven Seagal. En el 116' a escasos instantes para acceder a la tanda de penaltis y, por tanto, alargar el sufrimiento, un magnífico control orientado y tiro cruzado de, el de siempre, el que si está en los momentos importantes, el de Fuentealbilla, el niño Andrés, paró a la humanidad por un instante. Ya somos eternos, gracias por todo.

Personalmente, siempre recordaré este Mundial además de, obviamente, el triunfo de España por ser el único en el que las chicas te paraban para hablar de fútbol. Todo un puntazo.

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