7 de abril de 2011

Lírica Pachanguera: Capítulo Especial


El día de hoy era bastante futbolero, entre otras cosas, porque todos nosotros, o los culés al menos, esperábamos el horario Champions para ver el Barça-Shaktar. Al igual que el pasado lunes, escogimos Los Salesianos como lugar para echar la tarde. Cabe destacar que se trataba de una tarde muy calurosa bajo un sol radiante y una escurridiza sombra que proyectaba una caseta cercana.

Los protagonistas fueron variados. El equipo titular de los viernes de Colmena, Mateo y Rueda entre otros se pegó un descanso merecido al que contribuyó de manera decisiva los menesteres docentes. En esta ocasión, los invitados de lujo eran Rubén, nuestro Gattuno particular; Moi, un todoterreno con oficio en esto; Joni, nuestro Bojan de Los Salesianos y primo del anterior; Luis, el Piquenbauer, Superescu y un viejo conocido como Emilio.

No podemos olvidar a otros presentes como Germán, el otro Rubén, hermano de Moi y un pequeño gigante bajo palos y, especialmente, a Simón, primo de Moi y un jugador de los que he visto pocos a lo largo de mi vida. Como podeis observar, de parentescos iba la tarde...

Espero que no se me olvide nadie por el camino. Nuestro equipo fue bautizado como Los de un país que está por ahí arriba, en referencia a las palabras de Pep Guardiola en la rueda de prensa en Pamplona. Dicho esto, mi equipo estaba formado por Rubén. Se trata de un pulmón para el equipo, un escolta para cada jugada que es un excelente ladrón de balones. Roba, cede a otros jugadores creativos y tiene llegada realmente. También tuve la suerte de contar con Escudero que protagonizó algunos sláloms bastantes contundentes y verticales. Germán, que llegó más tarde, aportó verticalidad, pegada, posesión y un auténtico golazo de volea. Bajo palos, se encontraba el Chilavert de Los Salesianos, Emilio. Puedo afirmar que es el mejor en su puesto de todos los que he visto. Se tira y confiere sacrificio al equipo aunque a veces salga a por tabaco. Yo personalmente no tuve mi mejor día. Al llegar tarde a la cita, no pude calentar mucho tiempo lo que me dificultó familiarizarme con el balón y jugar tranquilo. Después de lo visto, haré especial hincapié en ese aspecto que puede condicionar un partido.

El otro bando estaba formado por Moi, su primo, su hermano, Luis y Joni. Este último supuso un asedio continuo para mí. Se pegaba como una lapa e interceptaba bastantes balones mios. De Luis no dirá nada que no sepamos. Ejerció de mariscal con salida y seguridad. Moi, en palabras del propio Germán, no tiene pinta de jugar bien al fútbol pero irónicamente juega bastante bien. Tiene fútbol el hombre. Su hermano, Rubén también, lo hizo bastante bien de portero aunque el pasado lunes estuvo más acertado. Aún así, era una seguridad bajo palos para ellos. Del jugador que hay que hablar largo y tendido es de Simón. Posee una técnica sublime, un disparo demoledor y aporta mucho desgaste al equipo. Con su kipá, por motivos religiosos, no dejaba con un dolor de cintura a quien osara interponerse en su camino. Todo un espectáculo.

El partido se caracterizó por su buen rollo. No hubo piques como suele pasar en otras ocasiones salvo la patada de Escudero a Luis que encendió los ánimos a Piquenbauer. Contábamos los goles por diferencia y ambos equipos intentábamos jugar al toque aunque Germán le aportaba mucha verticalidad al equipo y ello hacía que la tocáramos menos. Es por ello por lo que digo que para mí es un nueve cerrado y debería hacerse un piso con ático en el área rival.

El calor ya empieza a ser el denominador común al que responden estas tardes que no bajan en intensidad y buen fútbol.

Miércoles, 6 de abril de 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario