11 de junio de 2011

Lírica Pachanguera: Capítulo 15


Tómatelo, si quieres, como un suplemento adicional por esta dilatada espera tras la última crónica. Supongo que será la última crónica de la temporada, dado que hasta septiembre no creo que juguemos a causa de las temperaturas habituales por estas fechas. Pedirte, además, disculpas por este largo período de inactividad pachanguera.

Afortunadamente, las molestias que arrastraba en el muslo izquierdo desde feria cesaron, al menos, de forma temporal. Es increíble lo que una simple pastilla puede hacer por tí. En este marco, me situaba para volver a jugar y darlo todo. La tarde comenzó cuando llamé a Manolo, seudónimo de Muros Rueda, y...

Llegamos a tierras salesianas, en principio, él y yo. Cuando llegamos allí, pudimos comprobar como la sombra nos daba la espalda y nos pusimos a calentar a la luz de la penumbra. Dicho esto, aposté personalmente por un calentamiento al principio con el objetivo de familiarizarme con el balón tras varias semanas de ausencia que me vendría realmente bien. De hecho, la última vez que jugué me tuve que retirar porque no podía seguir.

Al poco tiempo, llegó Germán, enfundado en un estridente Messi y se incorporó a nuestro calentamiento. Entre la imperante calor que se abría paso entre la pista de Los Salesianos, al poco tiempo llegaron los demás y, dicho sea, no hubo problemas de cantidad de jugadores.

Joni y yo ejercimos de capitanes y elegimos los equipos. Mi equipo estaba compuesto por Manolo, Germán, Romo y yo en un principio mientras que el de Joni lo formaban Luis, Joel y Curro. Después llegaron Fran Montero y Abdalahy que no estaba muy de acuerdo con el sistema de turnos de portero.

El partido comenzó intensamente. Las patadas de Manolo a Luis y Joni encendieron a éstos aunque, por suerte, todo se quedó ahi. Sospechosamente, Luis mostró durante todo el encuentro una mancha circular roja a la altura del hombro que sembró la intriga de los allí presentes. El amigo Luis parecía recién sacado de un trato con narcotraficantes colombianos con los que las cosas no acabaron precisamente bien...

Así jugábamos. Aprovechamos la velocidad por banda de Romo mientras que ellos hacían uso de su fuerte pegada y llegada con fuertes triangulaciones que, francamente, nos dejaban a cuadros. Decir, además, que Manolo ejerció un importante papel táctico al presionar muy arriba y, de este modo, evitar que ellos salieran desde la cueva con el balón jugado. A decir verdad, Manolo lo hizo muy bien en este sentido, y por qué no decirlo, en general también.

Ellos tenían también a Joel que básicamente jugó de portero sobre todo. Se ve que el calor hace efecto en él y le cansa profundamente. Eso explica que colocara una silla de pupitre detrás de la línea de gol. No entiendo por qué nadie le hizo una foto porque fue un momento, digamos, peculiar.
Me gustaría destacar también la labor de Curro. Es un viejo compañero del instituto y amigo personal de Joni que últimamente ha aparecido entre nosotros. En los momentos previos al partido pude comprobar que era un jugador muy técnico, algo que podría perjudicar a nuestros intereses. Dribló con asiduidad en el medio del campo, pasó balones, marcó y, en general, su rendimiento fue alto.

Otro que lo hizo bien y, además era de mi equipo, fue Germán. Especialmente, lo recordaré en esta tarde por explotarle un globo de agua en la cabeza a un niño. Sí, habeis oido bien. Los Salesianos parecía la fiesta del agua. Durante la tarde, resultó muy frecuente observar a niños de corta edad correr por allí con globos de agua y pistolas. Además, uno tenía una pistola que parecía haber salido de una novela de ciencia-ficción. Y es que las armas las carga el diablo...

Anécdotas a un lado, el susodicho Bordoy lo hizo bien. Se le vio mas solidario que en tardes anteriores, marcó unos buenos goles y me regaló uno tras una buena jugada suya. Adicionalmente, se le vio más tranquilo y, cuando fallaba un disparo, se acordaba de la madre del balón.

Poco después llegó Abdalahy que se puso de portero varias veces con su consiguiente desacuerdo. Marcó un par de buenos goles e incluso casi marca un tanto que yo le serví por banda después de una considerable carrera mía. Lo vi activo, fresco y más rápido. La aparición estelar de la tarde la protagonizó Jorge, inmerso en labores estudiantiles. No obstante, se acercó a la pista con su perro Lolo, el otro invitado de lujo.

A Romo cada vez le veo menos la cara. No es porque no coincida con él. En absoluto. Es que la cantidad de pelo que tiene le mete la cara en una cueva. Sin lugar a dudas, es el Carles Puyol de Los Salesianos. Joni le hizo caso a Mourinho y se fue a ver un poco de teatro y del bueno. Estaba más tiempo en el suelo que de pie. No sé qué gusto le vería al suelo con lo que quemaba. Aún asi, jugó muy bien y explotó su condición de jugador muy fisico.

Entre niños preadolescentes que correteaban libremente mientras lanzaban globos de agua cual granadas y tendían emboscadas con sus artillería pesada de agua, tuvo lugar una gran tarde, en realidad, de las mejores que recuerdo. Dadas las condiciones climáticas, Lírica Pachangera emprenderá en los próximos días unas reponedoras vacaciones hasta nuevo aviso. ¡Gracias a todos por una gran temporada!

Viernes, 10 de junio de 2011.

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