16 de abril de 2013

Barça - Bayern: a Wembley pasando por Múnich


Fútbol Club Barcelona y Bayern de Múnich se enfrentarán en una semifinal de infarto en la Liga de Campeones, reeditando uno de los duelos más atractivos de Europa. Dos equipos que aspiran a todo y que, tras haberse atribuido la condición de intratable en sus ligas domésticas, lucharán por conseguir esa distinción en el viejo continente. Dos plantillas que cuentan con los mejores jugadores del mundo lucharán por un billete para la final de Wembley el próximo 25 de mayo. Pero, ¿conoces realmente al Bayern?

Sin lugar a dudas, la etapa más memorable del equipo germánico llegaría a mediados de la década de los 70. Liderados por Franz Beckenbauer en la retaguardia, Sepp Maier en la portería y Gerd Müller en la línea de ataque, el equipo germánico plasmaría su apodíctico potencial tras haberlo hecho el Ajax de Cruyff. A la par que compaginaban éxitos con la selección de Alemania que ganó el Mundial de 1974, el Bayern ganaba 3 Copas de Europa de forma consecutiva. Su estilo de juego era muy directo y definido. Beckenbauer, a modo de líbero, salía de la defensa y conectaba con un sólo pase con Müller.

Aunque no era un equipo brillantemente técnico, el Bayern ganó con solvencia a sus rivales y ganó 3 Copas de Europa en 1974, 1975 y 1976, igualando el récord del Ajax de Ámsterdam de Johan Cruyff que también ganó tres Orejonas de forma consecutiva, precisamente, las tres ediciones anteriores. Con Paul Breitner como cerebro de orquesta y Uli Hoeness desbordando por banda, el Bayern ganó su primera Copa de Europa en 1974, vapuleando al Atlético de Madrid de Luis Aragonés por 4-0. La temporada siguiente el equipo bávaro revalidó el título ganándole al Leeds United en París y en 1976 ganó la tercera corona ante el Saint-Etienne, en un partido donde los franceses merecieron mucho más y donde, por cierto, militaba un tal Michel Platini.


Tras esta final, el declive del Bayern de Múnich se evidenció. Muchos jugadores emigraron a otras ligas y Uli Hoeness se tuvo que retirar a causa de una lesión con sólo 27 años. Desde entonces, el equipo teutón ha experimentado numerosos altibajos, como si de una montaña rusa se tratara, pero siempre ha sido un grande a tener en cuenta. En 1989 el Bayern firmaría la primera de las dos páginas más dramáticas de su historia, en la final de la Copa de Europa ante el Oporto de Futre. Los portugueses remontarían el partido con goles de Madjer y Juary en la recta final del partido ante un Bayern en el que militaban Karl-Heinz Rummenigge y Lothar Matthaus.

El Bayern había perdido hegemonía en Europa durante los años noventa, donde el protagonismo recayó sobre el Milan de Sacchi, el Dream Team o la Juventus de Lippi. En Alemania, el equipo dominador era el Borussia Dortmund del suizo Chapuisat y los muniqueses no acababan de dar con la tecla del éxito. La única página de grato recuerdo fue la consecución de la Copa de la UEFA de 1996 ante el Girondins de Burdeos en el que militaban Bixente Lizarazu, Christophe Dugarry y Zinedine Zidane. La estrella del Bayern era un desgastado Jürgen Klinsmann que había dado sus mejores años en el Inter y Mehmet Scholl, probablemente el mejor jugador alemán de los últimos veinte años.

Si la derrota ante el Oporto fue la primera página negra de la historia del Bayern, la segunda llegaría en 1999. Era la penúltima temporada de Lothar Matthaus en el equipo teutón y los alemanes abarrotaron el Camp Nou al asalto de la que hubiera sido su cuarta Champions ante el Manchester United de David Beckham y Andy Cole. El equipo de Baviera dominaba el partido e incluso se adelantó con un gol de falta de Mario Basler. Pero la tragedia se consumaría en un abrir y cerrar de ojos. Teddy Sheringham y Ole Gunnar Solksjaer remontaron en los dos minutos finales, dejando a los alemanes con un semblante compungido y difícil de olvidar. En palabras de Oliver Kahn: Esos fueron los minutos más negros de la historia del Bayern.


Bayern de Múnich en la actualidad

Pero el equipo alemán se sobrepuso a esa derrota y en 2001 volvió a jugar una final. Ya sin Lothar Matthaus, en San Siro el Bayern de Kahn, Effenberg y Salihamidzic se impuso en los penaltis ante un destrozado Santi Cañizares que perdió dos finales seguidas con el Valencia. Era la cuarta y, hasta la fecha, última Champions del Bayern. En los últimos 12 años, la Bundesliga ha sido prácticamente un monólogo de los bávaros que coleccionan 7 títulos de Liga (2001, 2003, 2005, 2006, 2008, 2010 y 2013).

El próximo equipo de Pep Guardiola es campeón matemáticamente de la Bundesliga con seis semanas de antelación a 20 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, Borussia Dortmund que le arrebató los dos últimos títulos de Bundesliga. La actual gestión del club recae desde 2002 en manos de Rummenigge que comenzó a hacerse cargo de la parcela deportiva y económica del Bayern. Todo ello ha tenido como consecuencia un salto mayúsculo de nivel dentro de las fronteras alemanas, aunque en Europa no se satisfacen la expectativas creadas.

Con dos finales perdidas en los años 2010 y 2012, el Bayern se planta en las semifinales de Champions para reivindicar un proyecto que comenzó Jurgen Klinsmann en 2008, continuó Louis van Gaal en 2009 y recondujo Andries Jonker en 2011, año en el que se hizo cargo Jupp Heynckes y que no ha podido germinar en alzar la Copa de Europa. El Bayern es un equipo regular y altamente competitivo, rasgos que le sitúan como el favorito a ganar la competición, con permiso de Real Madrid y Barcelona.


Estilo de juego del Bayern de Múnich

Tradicionalmente, el equipo teutón ha sido caracterizado siempre por ser una escuadra robusta físicamente. La idiosincrasia alemana siempre se ha basado en un fútbol directo que busca incansablemente la portería rival para disponer de ocasiones. La historia demuestra que su efectividad no se lleva a cabo por grandes goleadas, pero sí por aprovechar las oportunidades de las que se disponen. Siempre han tenido patente un estilo de juego directo con la menor cantidad de pases posibles, sirviéndose de jugadas en vertical fulminantes y de pases eléctricos que abastecen a los delanteros. Con una gran movilidad, los arietes en Alemania normalmente son muy rápidos como Rudi Völler, Miroslav Klose, Roy Makaay y Mario Mandzukic. Rompe este perfil el otro 9 del Bayern actualmente, Mario Gómez, jugador muy resolutivo pero lento en las transiciones y en la definición.

En general, las transiciones del fútbol alemán son rápidas, lo que da pocas posibilidades a los rivales de interceptar el balón. Es la antítesis del Fútbol Total, donde todo se rige en base a la posesión, al fútbol combinativo y a la circulación del esférico, lo que da lugar a un fútbol más lento que el de la escuela centroeuropea. Otra característica del fútbol alemán es la presión individual hombre a hombre y a través de todo el campo. El objetivo es empujar al rival a su propia área, someterlo y crear superioridad. Dicho sea de paso, con esta asfixiante presión también se consigue conducir al rival al error. Cuando el equipo adversario retrocede tanto, puede cometer errores en la salida de balón, lo cual puede equivaler a un gol para el equipo que presiona.

Adicionalmente, es un fútbol extremadamente táctico en el ataque, pues se sirve de delanteros con mucha movilidad. No obstante, el cambio de tendencia en el fútbol actual ha reinventado la forma de jugar del Bayern de Múnich. Louis Van Gaal siempre ha apostado por un fútbol bello como el que hizo al Ajax de Ámsterdam campeón de la Champions en 1995. Cuando el siempre encantador técnico holandés desembarcó en Múnich en 2009, el Bayern comenzó a practicar un fútbol más creativo, que trata con mimo el balón y juega con la posesión, todo ello por medio del talento individual y no sólo en el músculo y la garra.


Toni Kroos, lesionado para las semifinales, encarna a la perfección el nuevo tipo de mediocentro que se lleva en Alemania. De hecho, con la llegada de Van Gaal, un irreductible Bastian Schweinsteiger abandonó la banda para pasar a ser un jugador creador en el centro del campo. Con un nuevo estilo impreso, el Bayern es el equipo que más representaciones tiene en la selección alemana de Joachim Low. Con todo, los de Jupp Heynckes encaran la recta final de temporada con el título de Liga en el bolsillo, en semifinales de la DFB Pokal (Copa de Alemania) en la que apearon al Borussia Dortmund de Klopp y en semifinales de Champions al Barcelona.

Las bajas más importantes del Bayern para las semifinales son las del central Holger Badstuber y Toni Kroos. El prometedor centrocampista alemán, una de las grandes joyas del Bayern, se lesionó para seis semanas ante la Juventus en cuartos, por lo que será sustituido presumiblemente por el capitán Bastian Schweinsteiger. El bávaro ha pasado de ser un jugador de banda y todocampista con llegada y grandes condiciones físicas a un creador de juego en la medular, que se puede desempeñar simultáneamente en las labores de mediocentro defensivo con Javi Martínez, Toni Kroos o Luiz Gustavo.

La defensa es donde el cuadro teutón concentra más dudas. La trascendente baja de Badstuber es la nota más negativa. Dante será titular indiscutible y, con toda probabilidad, Lahm ocupará el puesto de lateral derecho. Esta baja de Badstuber disminuye la calidad de la defensa en la que Boateng o Van Buyten se disputarán acompañar a Dante en el eje de la zaga. El joven austríaco David Alaba también tiene muchas posibilidades de ser titular en la eliminatoria, en la demarcación de lateral izquierdo. 


En el centro del campo, Schweinsteiger será inamovible, mientras que Javi Martínez lo tiene más fácil para acompañar al alemán en el doble pivote que Luiz Gustavo. En la mediapunta, Müller y Ribery apuntan a ser indiscutibles mientras que no hay garantía de que Robben juegue de inicio en detrimento del joven suizo Shaqiri. Arriba, Mario Mandzukic tiene todas las papeletas para ser titular, por encima de Mario Gómez que no ha disfrutado de muchos minutos esta temporada y de Claudio Pizarro. El delantero croata, ex del Wolfsburgo, está realizando una excelente temporada, desbancando a Gómez y dejando al peruano con pocas posibilidades.

Históricamente, Barça y Bayern se han visto las caras en tres eliminatorias en las últimas décadas. La primera de ellas fue en las semifinales de la UEFA en la temporada 1995/1996 que se adjudicó el Bayern precisamente. En el Olímpico de Múnich, ambos equipos empataron a dos goles y en el Camp Nou los alemanes se impusieron por 1-2. El siguiente cruce entre ambos equipos no llegaría hasta tres temporadas después. Era la liguilla de la Champions en la campaña 1998/1999, edición cuya final se jugaría en el Camp Nou. Aquellos partidos también se saldaron con victoria germánica: 1-0 en Múnich y 1-2 en Barcelona. Ambos equipos compartían grupo con el Manchester United que ganaría aquella Champions precisamente al  Bayern en la apoteósica final del Camp Nou. Fue realmente un grupo de la muerte, pues Barça, Bayern y Manchester ganaron Liga y Copa en sus respectivos países ese año. Los ingleses, además, lograron el triplete.

Por último, el precedente más cercano fue en la temporada 2008/2009, la primera de Pep Guardiola en el banquillo. Ambos clubes se enfrentaron en cuartos de final y en el Camp Nou el Barça desarboló al Bayern por 4-0, goles de Henry, Messi con dos tantos y Eto'o. En la vuelta en el Allianz Arena, el marcador acabó con empate a uno, con goles de Keita y Ribery. Datos reveladores que preven una semifinal de infarto entre dos grandes potencias europeas que, a buen seguro, no se conformarán con quedarse en semifinales.


Fuente: Borja Cabrera Sánchez (13/4/2013) Camino de Wembley: Bayern de Munich. Página web Vavel.com; Selección ideal de Alemania del siglo XX (fútbol directo), Taringa.net.

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