3 de febrero de 2015

La mala suerte de Éver Banega con los coches


Hablar de Éver Banega es hacerlo de calidad futbolística, aunque también significa hablar de anécdotas inverosímiles y de historias estrambóticas. Su llegada a Valencia, procedente de Boca Juniors con tan sólo 19 años, vino acompañada de un curioso vídeo grabado por webcam en el que el actual jugador del Sevilla FC aparecía haciendo apología del onanismo o, dicho de otro modo, proporcionándose placer sexual mientras era grabado a través del extinto Messenger. Así pues, esto sólo fue la antesala de una retahíla de acciones que rozaron lo extraño.

En febrero de 2012, Éver Banega no viajaría a Barcelona para disputar el partido que su equipo por entonces, el Valencia CF, disputaría con el Barça al estar recuperándose de unos problemas en la rodilla derecha. Cuando el exjugador de Boca Juniors volvía a casa tranquilamente en su Audi R8 blanco protagonizaría una historia propia de una hilarante comedia negra. Banega se detuvo en una estación de servicio a repostar gasolina y se bajó de su automóvil sin haber puesto el freno de mano. El futbolista argentino, cliente habitual de esa gasolinera, se dirigió a la caja para abonar el servicio cuando se dio cuenta de que su coche empezó a moverse hacia atrás debido a la pendiente en la que estaba.

Banega corrió a toda prisa para intentar detener el vehículo, cometiendo el craso error de tratar de pararlo con su pie izquierdo, en lugar de entrar en el coche y accionar el freno. El flamante Audi R8 del centrocampista argentino no cogió demasiada velocidad pero sí la suficiente para atropellarse el pie izquierdo con el bordillo, produciéndose una dolorosa fractura de tibia y peroné. Al presenciar la dantesca escena, los empleados de la estación de servicio llamaron rápidamente a urgencias. El jugador fue ingresado en el hospital donde le confirmaron su grave lesión: Banega estaría de baja seis meses y se perdería toda la temporada.

Pero ahí no acabaría la historia de amor de Éver Banega con los coches. Meses más tarde, el argentino, ya recuperado de su absurda lesión, volvió a protagonizar otro incidente con su automóvil, del que afortunadamente salió ileso. Cuando Tanguito llegaba a la ciudad deportiva de Paterna en su flamante Ferrari 360 Módena que había adquirido horas antes, observó por el retrovisor cómo empezó a salir fuego y humo del motor del vehículo. El argentino salió rápidamente del malogrado coche y se dirigió a la ciudad deportiva para avisar a los bomberos. El fuego afectó parte del bosque y la vegetación contigua a Paterna, aunque los servicios de emergencias lograron controlarlo eficazmente.

Según fuentes policiales, la causa del incendio se provocó por un calentamiento del motor o un cortocircuito del mismo. Banega había comprado su deportivo la semana anterior y esa era la primera ocasión que lo conducía, sin ser consciente de la efímera vida que le esperaba a su ya carbonizado Ferrari. No obstante, no sería esta la última vivencia de Éver Banega con los coches. Después de ello, en abril de 2013 el entonces centrocampista del Valencia fue cazado in fraganti por la Guardia Civil mientras hablaba por su teléfono móvil, lo que le costaría una correspondiente multa. De este modo, es más que evidente que Banega y los coches no son grandes amigos. 

Así quedó el Ferrari 260 Módena de Éver Banega tras un grave incendio del que afortunadamente salió ileso.
Fuente: P. Calabuig y P. Fuster (20/2/2012). El coche que atropelló a Banega. Diario Superdeporte; Vicente Fuster (3/8/2012), Banega había estrenado su Ferrari pocas horas antes de incendiarse. Diario ABC.